El reloj parental
está obsoleto.
Los vínculos de sangre permanecen inalterables, pero no hay
recepción alguna de sentimiento.
Últimamente sólo vislumbro ojos cabizbajos, camas usadas
antes del anochecer y bocas que no se abren ni si quiera para respirar..
El problema de las mentes cerradas es que tienen el complejo
de creerse abiertas. No dejan pasar lo superfluo y se aferran a aquello que
jamás les hará disfrutar de lo verdadero.
No se pueda vivir a base de tiempos de espera
constantemente.