sábado, 28 de enero de 2012

Ya no siento igual que ayer.





Vararon su cuerpo las hendidas agujas ,
que golpean el minutero,
de mi reloj de sangre,

de mi inestable sueño.

Destinados a perder , 
dejamos
Correr el tiempo entre los dedos.
Las palabras 
en los labios ,
Los recuerdos

por el suelo.
Junto a mis ganas de sentir,
la flaqueza de este cuerpo,
que tan sólo trata de abrasar sus labios
con la saliva 

que vista de luto cada recuerdo.

Para que puedas vivir sin mi,


yo sin ti .