martes, 30 de diciembre de 2014

Cuando la luz que te ilumina se apaga,
se enciende una llama.


Cuando las horas desgastan tu tacto,
cuando su boca reviste tus labios,
puedes sentir que no quedarás ileso..


Pero esa carencia de seguridad
te dota de la libertad que añorabas,
que deseabas, que te faltaba.