domingo, 17 de noviembre de 2013

¡Que siga la función!



Todos hemos nacido cercados por un halo de ambivalencia , desde cuyo interior nos alimentamos de sombras y esperanzas ciegas ; por las paredes de un circo en el que estamos obligados a actuar e invertir nuestro tiempo en convencernos de que nuestros movimientos son naturales , espontáneos y no dictados por una corriente que nos arrastra hasta dejarnos jadeando en la orilla de la incomprensión.

Somos payasos sin pintura que se ríen del mundo, mientras el mundo se burla de ellos , aferrados a sentimientos cambiantes e ilusiones efímeras .

Somos objeto del hoy y prisioneros insomnes de ese sueño eterno que se nos antoja el mañana.

Sin embargo, incluso tras perdernos innumerables veces en el camino de vuelta a casa, corremos una y otra vez el peligro de caer , movidos por la necesidad de encontrar a esos que se quedarán sentados a nuestro lado atisbando como los demás pasan por nuestras vidas : gritándonos,queriéndonos, enseñándonos..Pero sin llegar a quedarse nunca.


Esa es la razón por la que a pesar de que no hay nadie que sea imprescindible en el mundo , saber que hay alguien para quien lo somos nos hace sentirnos como mínimo inmortales. 




jueves, 19 de septiembre de 2013

lunes, 2 de septiembre de 2013


Resurgir para morir,
morir para nacer,
crecer para afrontarlo.


Romper lágrimas secas
para darte cuenta de que aún sigues respirando.


 Aunque no sea precisamente lo que deseabas respirar.

martes, 27 de agosto de 2013


Cuando me quieras olvidar,
Recubriré mi amígdala de tierra seca,
                                                de raíces huecas,
                                                                      de ira apisonada.



martes, 23 de julio de 2013

Punto y aparte

Afronté la realidad,
arrasando trozos de consciencia.
La claridad me deslumbró,
la inexperiencia me apremió.
Y me hallé velando a oscuras un sentimiento exánime,
que me supo a vida,
hasta el momento de su irrebatible decadencia.

Aunque las heridas escupan sangre,
y el recuerdo hunda mis pies hoy en la arena,
piden mis latidos tiempo muerto,
en los labios tengo firmada conmigo misma una tregua.

Vendí mi razón al contado,
por un par de besos custodiados
por las ganas de quererte.

Arrojé mi orgullo a un lado ,
bebí sed de tu boca,
y el fragor de la derrota,
se unió a las noches de tormenta.

Entonces dejé que se calasen mis zapatos,
y el invierno fuese a vestirme las cosquillas,
en un mano a mano con el tiempo.

Vi fraguar en tu pelo la desilusión
a la vez que se apagaba tu mirada,
Vi como los labios que antes se abrasaban,
pasaban a ser hiel,
una barrera a ese piel con piel
que antes los cuerpos suscitaban.

Y Ahora..
que todo está en calma,
que nada te agita,
nada te vacía,
ni por el contrario te falta..
Veo que simplemente,
no queda nada.