jueves, 16 de febrero de 2017

Trenes

Hoy tus extremidades 

se quisieron vestir con uniforme de guerra.

Sellado de luces el camino nos quiso abrir 

una ventana de luz a nuestra insistencia.

Y fue un parpadeo innato, 

con el que acarició tu boca mi oreja.
Me susurraste que no serías presidio, 

yo promulgué con la máxima lentitud tu alegato.

Déjame, 

perfilar este garabato, 

en un papel sostener el mundo 

y en este mundo controlar mis pasos. 


Déjame,

mantener mi parte mágica y ebria,

mientras camino sin prisa calles de infarto... 


Será como volverse a encarar con la mentira, 

maquillada y presumida, 

que siempre termina saltando.


Si no hay mentira en su fuego, 

habrá fuego en la salida. 

Si no hay salida que valga, 

me quedaré a esperarla de por vida.

Insomnio

Automatiza el verbo ser
Cuando quieras estar,
Pero no quedarte.

Usa una carga lineal,
Unidireccional, 

que perfore los tejidos 

de mi lenguaje.


Mi corazón cosido al techo,
Pero estos colmillos
No querrán probarte.

Soy más fuerte que los pasos
Que ensayaste en mi ausencia. 


[Resiliencia, 

salúdame cuando esté fuera.] 


Fuera del centro,
me hice grande,
Abordé los límites
suprimiendo márgenes,
Y ahora las líneas confluyen
en una sonrisa 

que NO pertenece a nadie.

Soy quien guiará mis pasos,
Mi mirada mira al cielo,
Porque el suelo ya no tiembla.

Me apagué en tu tormenta,
Pero supe cuidarme.

Ahora, viviré día tras día
Sin ausentarme,
Pero sin entregarme... 


                             Te dejo a ti la elección
de noches volátiles.