sábado, 15 de agosto de 2015

Tabúes


Tu lengua supura los cortes
Asentados en mi sien,
sin embargo, 
las palpitaciones crónicas
Permanecen,
y alteran mi calma 
cuando la herida comienza 
de nuevo a doler.

Vamos a desoyar nuestra consciencia,
Vamos a condenarnos a la guerra
De una habitación sin luz.

Sin dios.

Sabes devastar antiguas glorias.

En el ocaso de tu ombligo
precipitan mis vacios internos.

Eres la cura para el antídoto.

El exilio para el nativo
obsesionado con volver a su origen.

Y es así, como

Reptas por las hélices
De la incertidumbre
Que sostiene hoy nuestro sol.

Acomodas en mi espalda
tus gaviones,
y percibes la locura incierta
que confunde en nuestros ojos
una sensación similar al amor.

Estás en éxtasis,
emocional,
físico.
Arrullada entre las grietas
de mi extenuación.  


¿A qué has venido,
si no es para dejarnos engañar y caer?
Contemplar el vacío sin lanzarnos a él,
Pero con el ansia de hacerlo.


Estimulas mis sentidos con monosílabos,
Yo hago prosa que descalza a tus oídos
y hago que bailes en la sombra
de la intimidad más austera.

Así que muerde.
                         Aprieta.
                                      Descarna.

y luego vuelve…
A ensalivarme la garganta
Con más promesas
Que probablemente
No recordemos mañana.

                                     

Sé reincidente.



Prometo dejar la señal de mis dientes

remarcando tu más estricto presente.

Seremos caníbales que sólo
Saben retroceder.

Hablo 
de Noches volátiles,
                           Cíclicas,
                                        Indómitas.
Subyugada a tu clavícula.


Las ventanas manifiestan discordia
Y el polvo sacudido de las sábanas
Rebasa la cima de nuestra anemia reiterativa.

No somos capaces de exudar 
El pasado,
Pero sí de mostrarnos hambrientos
Y deshumanizados,
En la noria del desconocer.

Sabemos hablarle a la piel sin tabúes
Y diagnosticar sentir amor cuando hierve
La consciencia entre susurros inentendibles.


-Vamos a conseguirlo.-

Nos estamos evaporando entre gemidos.



Ven.

Acércate.


Tu aliento es lo único



Que ahora mismo puede hacerme sentir humana.

viernes, 7 de agosto de 2015

w

Encajado el pavimento 
en el orificio de tu vientre, 
traza y hende mi estabilidad en ti.
Queda la soledad a oscuras 
y se vuelve mi enajenación la cura
al ver que eres quien me prometiste.

Te iluminas 
y me iluminas, 


para ocultarme.

miércoles, 5 de agosto de 2015

El

El adn de tu voz
guarda sonido y fecha,
al igual que un acogedor rincón
donde versionar medias verdades.

Tus pasos de ácido plástico
poseen conexión directa
con la disposición de mis ideas.

Un papel roto,
fue tu cintura entre mis manos,
un paladar hereditario, 
el que hendió mis sucesivas vidas 
en tus labios.

Yo, tu grito primero,
Tú, su beso tercero.

Su pasión desconcertante,

Mi caminar errático.